Los novatos de Fórmula 1, Andrea Kimi Antonelli y Oliver Bearman, encarnan la nueva generación del deporte: divertidos, concentrados y viviendo un sueño. Con 18 años, Antonelli parece imperturbable al llenar el vacío dejado por Lewis Hamilton en Mercedes esta temporada. Por su parte, Bearman, de 19 años y protegido de Ferrari, considerado el prospecto más lógico a largo plazo para reemplazar al siete veces campeón mundial en el equipo italiano, ya se ha consolidado como un habitual sumador de puntos para el equipo Haas.
Ambos emergieron de la Fórmula 2 la temporada pasada, donde fueron compañeros de equipo en Prema. Su amistad se remonta a sus primeras carreras juntos en categorías junior en 2021. A pesar de formar parte ahora de un club exclusivo de pilotos en la ultracompetitiva parrilla de F1, es evidente lo fuerte que sigue siendo el vínculo entre estos dos jóvenes prodigios.
Cuando Mercedes y Haas les permitieron sentarse juntos con ESPN en Bahréin, se sintió menos como una entrevista y más como entrometerse en una conversación entre dos amigos que aún están asimilando el extraordinario sueño que viven, en directo y a todo color. En un paddock cada vez más marcado por el cambio generacional, Antonelli y Bearman no son solo parte de la próxima ola, son la ola misma: enérgicos, encantadores y ya labrándose sus propias bases de fans. Antonelli aún no ha terminado sus exámenes finales. Si figuras como Fernando Alonso son el rostro de la era anterior de la F1, desafiando el tiempo en su 22ª temporada, Antonelli y Bearman son su futuro brillante y entusiasta.
“¡Cuando él empezó, yo ni siquiera estaba en la mente de mis padres!”, bromeó Antonelli, refiriéndose al debut de Alonso en 2001 con Minardi. Bearman, negando con la cabeza, añadió: “Da miedo… Creo que antes de que mis padres se conocieran, Alonso ya corría en Fórmula 1, lo cual es una locura”.
Antonelli, mostrando su lado más travieso, sonrió. “Siempre será un novato”, dijo, aludiendo a la broma recurrente en internet de que Alonso, incluso con dos campeonatos mundiales y más de dos décadas de experiencia, de alguna manera sigue presentándose como el eterno recién llegado de la F1. Es una anécdota que Antonelli, Bearman y otros novatos como Isack Hadjar, Jack Doohan y Gabriel Bortoleto comentaron en un clip viral de pretemporada con Laura Winter de F1 TV.
Alonso está lejos de ser un novato, por supuesto. Para cuando Bearman y Antonelli ya estaban en la mente de sus padres, Alonso era el hombre a vencer en la Fórmula 1. El piloto español lideraba el campeonato el 8 de mayo de 2005, cuando nació Bearman, y de nuevo el 25 de agosto de 2006, cuando nació Antonelli.
Bearman, adoptando un tono más serio, añadió: “Compartir pista con él, y con Lewis [Hamilton], por ejemplo, es bastante increíble. Estos tipos llevan aquí tanto tiempo y tienen tanta experiencia. Crecimos viéndolos en la tele. Lewis ganaba todo cuando éramos pequeños y ahora competimos contra él”.
Futuros favoritos de los fans
El debut de Bearman en F1 se produjo en circunstancias notables, sustituyendo a Carlos Sainz en Ferrari cuando una apendicitis lo dejó fuera del Gran Premio de Arabia Saudita del año pasado. Con 18 años, se convirtió en el piloto más joven de Ferrari y el tercero más joven en iniciar una carrera de F1. El inglés fue la primera persona en competir en una carrera de Fórmula 1 nacida después de que la leyenda de Ferrari, Michael Schumacher, ganara su séptimo título. El debut fue el momento de madurez de Bearman.
“Hay tantos fans nuevos”, dijo Antonelli, antes de volverse hacia el piloto de Haas. “Quiero decir, este chico, cuando corrió en Arabia el año pasado… creo que fue una locura, ¿no?”.
Bearman asintió. “Dupliqué mis seguidores [en redes sociales] de la noche a la mañana. Fue una locura”.
Siempre que es posible, ambos han intentado mantener sus publicaciones sociales con un toque personal.
“Es 50-50”, dijo Antonelli cuando se le preguntó quién gestionaba sus redes sociales actualmente. “A mí me gustan las publicaciones tontas, ¿sabes?”.
El impacto de la nueva base de fans fue evidente en las primeras rondas de este año. En la segunda carrera de la temporada, en China, Antonelli fue votado Piloto del Día por la audiencia de F1 tras terminar sexto. La reacción de Antonelli al premio inmediatamente después de la carrera se hizo viral.
Cuando Peter Bonnington, el nuevo ingeniero de carrera de Antonelli, se lo comunicó, el joven italiano respondió: “¿En serio? Eso es… raro”. El propio jefe de Mercedes, Toto Wolff, le habló por radio, diciendo: “Creo que es por tu aspecto. Y tu público objetivo”.
Cuando surgió el tema del premio durante la entrevista, se rio entre dientes y miró a Bearman.
“Estaba tan cabreado por eso”, rió Bearman.
“Pensé en ti cuando lo conseguí”, sonrió Antonelli en respuesta. “Pero esperaba conseguirlo en Australia [la primera carrera]”.
Bearman, que había terminado octavo en Shanghái para el menos competitivo equipo Haas, replicó: “¡Pensé, `Este chico me está robando el Piloto del Día!`”.
Bearman probablemente puede estar tranquilo en ese frente. Dado cómo ambos han comenzado sus carreras en F1, habrá muchas más oportunidades para quitarse el premio elegido por los fans. Después de un accidente en clasificación que arruinó su debut con Haas en el Gran Premio de Australia, Bearman ha estado soberbio, sumando a su final en puntos en Shanghái otros dos en Japón y Bahréin para el equipo americano en progreso.
En cuanto a Antonelli, aunque aún no ha podido igualar el alto nivel de su experimentado compañero George Russell, el entusiasmo a su alrededor en el paddock es palpable. Hamilton, a quien Antonelli reemplazó en Mercedes, ha hablado en términos elogiosos sobre el joven italiano siempre que ha tenido la oportunidad. Las personas que han visto a Antonelli en pista o han seguido sus cámaras onboard dirán lo mismo: hay pocas cosas tan emocionantes en la F1 en este momento; conduce como si hubiera robado el coche. Si a eso le sumas su personalidad contagiosa, es fácil ver por qué ya está cultivando tantos seguidores.
“Los fans son súper importantes para el deporte y los pilotos”, dijo Antonelli. “Son ellos quienes hacen que el fin de semana sea realmente especial”.
En ese momento, Bearman añadió: “Vengan solo por nosotros”.
Como se estaba convirtiendo en el tema de su interacción, Antonelli rió y continuó la broma.
“Vengan solo por nosotros, sí”, dijo el italiano. “No por nadie más. Hashtag `¡Vengan solo por Kimi y Ollie!`”.
Los fans de la F1 tienen muchas razones para asistir a las carreras en este momento, por supuesto. La popularidad del deporte ha explotado en los últimos años, ayudada enormemente por el exitoso documental de Netflix `Drive to Survive`. Ambos han visto cuán grande se ha vuelto el seguimiento al experimentar el salto de las carreras de apoyo de Fórmula 2 al evento principal de F1.
“Cuando estábamos en la parrilla de F2, solo estaban los fans más acérrimos”, dijo Bearman. “Pero ahora la parrilla es una locura”.
“Es muy ruidoso”, interrumpió Antonelli, refiriéndose a la música que suena antes de un Gran Premio.
“Es un poco ruidoso”, asintió Bearman en respuesta. “Lo puedes escuchar cuando el coche está arrancando prácticamente. Es muy fuerte. El bajo… creo que hace temblar la pista. ¡Creo que en unas pocas carreras ya estaremos bastante hartos de eso!”.
Estudiantes del deporte
Sorprendentemente, Antonelli compagina su temporada de novato en F1 con su último año escolar en Italia. “Mi madre me presiona”, dijo, refiriéndose a su insistencia en que termine sus estudios este año. Antonelli estudia en el Instituto Técnico Salvemini di Casalecchio di Reno en Bolonia.
Cuando se le preguntó si lleva deberes a la pista, Antonelli se rio de nuevo. “Intento traer algunos. Por ejemplo, matemáticas… presto todos mis deberes a los ingenieros, porque son buenos con los números”.
Antonelli se subestima en cuanto a números. Otro rasgo destacado del italiano es su memoria fotográfica; el año pasado, su equipo de Prema F2 publicó un video en redes sociales en el que recordaba tiempos de vuelta de clasificación aleatorios (hasta la milésima de segundo correcta) de diferentes puntos de su carrera. Al hablar de la sesión de clasificación de Suzuka de la semana anterior, la recordó perfectamente. “Soy bastante [fanático] con esto”. Como para demostrarlo aún más, interrumpió a Bearman cuando el inglés mencionó su propio esfuerzo de clasificación en Japón, la semana antes de esta entrevista.
“Sé que Suzuka fue un minuto… espera… ¿29.7?”, tartamudeó Bearman, intentando recordar su tiempo de vuelta final.
“¡No, compañero!”, respondió Antonelli. “Hiciste un 1:27.8”.
“¿En serio?”, rió Bearman. “Más rápido de lo que pensaba. ¿Ves? De la semana pasada, olvidé el tiempo de vuelta. Del karting, él puede recordar el tiempo de vuelta”.
Antonelli se encogió de hombros al mencionar su increíble capacidad de recordar. “No lo sé. Es como… creo que es porque soy bastante [fanático] con los tiempos de vuelta. Es como si se me quedaran grabados en la cabeza”.
Cuando luego se le dijo que no necesitaba dar sus deberes a sus ingenieros, Antonelli se rió de nuevo. “Vale, ahora cambiamos. Pongo a Bono en el coche y yo hago la ingeniería. Creo que no acabaría bien. Creo que haría algo terrible con la configuración”.
A medida que su amistad ha florecido en los últimos años, Antonelli ha asumido el papel de tutor, ayudando a Bearman, el joven de Ferrari, con su italiano. Hay una frase en particular que Antonelli ha disfrutado enseñando a su amigo inglés.
“`Sei alla frutta`”, dijo Antonelli. “No es nada malo. Significa que estás acabado, básicamente, completamente ido, es como si estuvieras completamente borracho y dices, `Sei alla frutta` porque no puedes hablar, no puedes pensar, lo que sea”.
Al acercarse el final de la entrevista, bromearon sobre cómo la famosa frase de Antonelli podría continuar en su carrera en F1, haciendo referencia al famoso hábito de su predecesor Hamilton en Mercedes de decir: “Bono, my tires are gone” (Bono, mis neumáticos han muerto).
“Lo mío podría ser… mis neumáticos alla frutta”, se rio Antonelli en respuesta.
“Esa puede ser la nueva frase pegadiza”, dijo Bearman, antes de referirse a la famosa frase de Bonnington de los días de campeonato de Hamilton en Mercedes. “Necesito escuchar una versión de Hammer Time”.
La sugerencia de Bearman, basada en los nombres de tres letras de los pilotos que aparecen en las pantallas de tiempos, era ciertamente menos pegadiza, pero hizo que ambos se rieran de nuevo al finalizar la entrevista. “¡Es la hora de ANT!”.
Cinco carreras después de sus primeras temporadas completas en F1, quizás aún no sea la Hora de Antonelli ni la Hora de Bearman, pero a juzgar por lo rápido que se han adaptado a la vida junto a los adultos en la parrilla, puede que no falte mucho para que lo sea.
Óscar Huamantupa Rojas