De magnífico a bastante mediocre.
Fue muy similar a la resaca después de la fiesta para el Arsenal, que pagó el precio de un rendimiento no del todo óptimo tras su trascendental victoria en la Liga de Campeones contra el Real Madrid.
Los aficionados locales pensaron que era “Partey time” de nuevo cuando Thomas, el lateral derecho, les dio la ventaja en la segunda mitad.
Parecía que sería suficiente para decidir el partido, especialmente cuando Mikel Arteta mandó al campo a algunos de los pesos pesados que había reservado para la vuelta del miércoles.
En cambio, fue el suplente del Brentford, Michael Kayode, quien tuvo un gran impacto en ambos extremos, participando en la jugada que preparó Yoane Wissa para su 15º gol de la temporada en liga, y luego evitando que Bukayo Saka restaurara la ventaja del equipo local.
Se podría argumentar que era perfectamente razonable que Arteta y sus jugadores consideraran que el título inglés se había esfumado y se centraran en suceder al Real Madrid como reyes de Europa.
Pero la intensidad es difícil de activar y desactivar.
El Arsenal debería tener recursos suficientes para ir a Madrid y convertir una ventaja de 3-0 en un puesto entre los cuatro mejores de la máxima competición europea.
Sin embargo, si el Real Madrid marca primero y relativamente pronto, los Gunners podrían lamentar no haber afrontado el partido con otra victoria en su haber.
También hay que dar crédito al Brentford por no derrumbarse tras encajar un gol.
Con partidos menos exigentes por delante, todavía pueden soñar con jugar en Europa la próxima temporada.
Arteta hizo cinco cambios con respecto a la victoria contra el Real Madrid, pero el héroe Declan Rice, un hombre que hace que el conejito de Duracell parezca lento, no fue uno de ellos.
Cuando se leyó el nombre del rey de los tiros libres, Rice, antes del saque inicial, naturalmente recibió la mayor ovación.
El sol brillaba y el ambiente era festivo.
Pero durante los primeros 20 minutos, el fútbol fue olvidable.
Parecía y se sentía como un amistoso de pretemporada.
El Arsenal tanteó un poco, con Gabriel Martinelli obligando al portero Mark Flekken a un bloqueo y al lateral Kristoffer Ajer a una entrada a tiempo.
Sin embargo, la primera oportunidad clara fue para los visitantes en el minuto 22 y realmente deberían haber marcado.
Bryan Mbeumo recogió un pase cruzado de Mikkel Damsgaard y lo puso en la trayectoria de Ajer.
Pero el grandullón no pudo encontrar una gran definición y David Raya salvó más cómodamente de lo que podría haber esperado.
Reaccionando, el Arsenal pensó que se había adelantado unos minutos después tras una serie de saques de esquina.
Kieran Tierney cabeceó un centro de Ethan Nwaneri para lo que habría sido su primer gol desde diciembre de 2021, solo para que el VAR lo anulara por fuera de juego.
La frustración de los aficionados locales creció cuando Christian Norgaard solo fue amonestado por una falta sobre Martinelli.
Flekken detuvo un disparo de Oleksandr Zinchenko, que jugaba en el centro del campo, y Ajer realizó un magnífico bloqueo a un remate de Martinelli.
Rice provocó una parada de Flekken, luego otra directamente del córner resultante, antes de que el ocupado portero de las Bees también negara el gol a Leandro Trossard, mientras los Gunners terminaban la primera parte muy superiores.
Los aficionados locales no estaban precisamente entusiasmados. Miles de los que estaban en los asientos de lujo no estaban en su sitio para hacer sonar sus joyas durante un tiempo después de que se reanudara la acción en la segunda parte.
Durante un rato, “acción” era una palabra generosa, eso sí.
Todos los jugadores estaban haciendo lo suficiente para demostrar que lo intentaban, pero pocos, aparte de Nwaneri, se esforzaban al máximo para que algo sucediera.
Cuando Rice finalmente se colocó para lanzar una falta en una posición peligrosa, en el minuto 58, ignoró los gritos de “¡Chuta!” de los aficionados locales, la jugó en corto y luego lanzó el pase de vuelta directamente contra la barrera del Brentford.
Pero justo cuando Arteta estaba perdiendo la paciencia como cualquier neutral que lo viera por televisión, y preparándose para dar entrada a Martin Odegaard, Rice creó la jugada del primer gol.
Desde su propio córner, el Brentford se vio de repente en el lado equivocado de una contra de tres contra dos.
Rice avanzó y calculó a la perfección su pase a Partey. Pero Flekken estará decepcionado de que le hayan batido por su poste cercano, por muy potente que fuera el disparo.
Si las Bees se desanimaron por el gol, difícilmente se animarían al ver a Arteta mandar a la caballería de todos modos, en la forma de Odegaard, Bukayo Saka y Myles Lews-Skelly.
Pero tras otro bajón en el partido, fue un suplente del Brentford quien marcó la diferencia.
Tras un córner inicial, Kayode centró al segundo palo, Nathan Collins cabeceó el balón de vuelta al área pequeña y Wissa lo enganchó de forma impresionante.
Kayode inmediatamente hizo una contribución crucial en el otro extremo.
Flekken intentó ser demasiado listo y Saka le robó el balón. Pero cuando el extremo avanzaba hacia la portería vacía, Kayode recuperó terreno suficiente para mandar el balón a córner.
Todo fue Arsenal durante el resto del partido, pero no pudieron encontrar el gol de la victoria, con Saka disparando desviado en el último de los seis minutos de tiempo añadido.
Óscar Huamantupa Rojas