La tenista Danielle Collins ha hablado con franqueza sobre el sexismo y la misoginia que ha enfrentado a lo largo de su carrera. La estadounidense de 31 años, ganadora de cuatro títulos y finalista del Abierto de Australia, compartió sus experiencias.



Durante una entrevista en el podcast `Reign with Josh Smith`, Collins detalló varios incidentes, incluyendo ser insultada por los aficionados y enfrentar conductas inapropiadas de ciertos individuos.
La ex número 7 del mundo ha sido una firme defensora contra el abuso que sufren las mujeres en el deporte. Explicó que cuando expresa frustración en la cancha, a menudo es la culminación de problemas prolongados, y los espectadores solo tienen una visión parcial de la situación.
Collins explicó que los aficionados que ven los partidos por televisión a menudo solo observan breves momentos de su frustración, como una reacción hacia un camarógrafo, sin comprender los eventos previos. Señaló que cuando las atletas femeninas se afirman, hacen preguntas o solicitan espacio personal, a menudo se encuentran con incredulidad o son consideradas irracionales.
Relató un incidente perturbador en el que un camarógrafo, después de pedirle un abrazo tras una dura derrota en un partido de tres sets, procedió a besarla agresivamente en el lado de la cara. Collins describió al camarógrafo como “muy insistente” y el encuentro como impactante.
Collins explicó además que el público a menudo desconoce las interacciones inquietantes con individuos que asisten a los eventos, acosan a las jugadoras y las siguen hasta sus hoteles.
Este problema resuena con la experiencia de la número 1 británica Emma Raducanu, quien en febrero sufrió un angustioso incidente de acoso durante el Campeonato de Tenis de Dubái. Buscó refugio detrás de la silla del árbitro mientras un “hombre obsesionado” era escoltado fuera por la seguridad al inicio de su partido. El exentrenador de Raducanu, Roman Kelecic, reveló que el mismo hombre la había acosado previamente en Singapur, Emiratos Árabes Unidos y Qatar, incluso acercándose a ella con una carta y pidiéndole una foto. La policía de Dubái emitió una orden de alejamiento, y el nombre del individuo fue circulado entre las autoridades del tenis, especialmente después de que, según los informes, solicitara entradas para Wimbledon este junio.
Collins había destacado previamente el acoso como un problema significativo y a menudo pasado por alto para los tenistas, comentando a The Telegraph que rara vez viaja sin seguridad.
A pesar de estos desafíos continuos, Collins sigue enfrentando insultos. Sin embargo, ella considera que ser llamada “bitch” (o “perra”) es un cumplido, asociándolo con “mujeres fuertes” a quienes admira. Para Collins, esta etiqueta significa mujeres que son asertivas, poderosas, trabajadoras, que alcanzan sus metas y tienen la suficiente confianza para ser ellas mismas sin temer la desaprobación, manteniéndose firmes ante el maltrato.
