Coco Gauff sintió un momento de vergüenza al pisar la cancha para su partido del Abierto de Francia, dándose cuenta de que le faltaba su equipamiento esencial: sus raquetas.
A pesar de este pequeño contratiempo inicial, la número 2 del mundo aseguró una victoria contundente contra Olivia Gadecki en su partido de primera ronda hoy, ganando 6-2, 6-2.
Sin embargo, su campaña en Roland-Garros comenzó con un momento un poco incómodo durante el calentamiento en la cancha Philippe-Chatrier.
Al abrir su bolso, Gauff descubrió que sus raquetas estaban notablemente ausentes. Visiblemente desconcertada, la joven de 21 años miró hacia su equipo sentado en las gradas. Luego levantó su bolso vacío, aparentemente preguntando a su equipo por el equipo faltante.
Afortunadamente, un recogepelotas acudió rápidamente en su ayuda, corriendo a la cancha con cinco raquetas para la ex campeona del US Open.
Hablando después del partido sobre el inusual incidente, Gauff comentó con humor: “El culpable no está en el palco porque sabe que las raquetas tienen que estar en mi bolso”.
Explicó: “Honestamente, durante todo mi tiempo en el circuito, mi entrenador siempre ha puesto las raquetas en el bolso antes del partido porque es muy supersticioso. Le gusta poner un nuevo grip a cada raqueta todos los días. A mí personalmente no me importa; puedo jugar incluso con un grip gastado”.
Añadió: “Salgo a la cancha y me doy cuenta de que no tengo raquetas, y justo me había burlado de Frances Tiafoe por hacer exactamente lo mismo. Ahora me voy a callar”. Y concluyó: “Pero le echo la culpa a mi entrenador, así que está bien”.
Frances Tiafoe, quien derrotó a Roman Safiullin en su partido de primera ronda de Roland-Garros el domingo, vivió una situación similar en marzo cuando olvidó sus raquetas durante un partido en Indian Wells. Su partido se retrasó brevemente mientras su entrenador, David Witt, corría desde las gradas para recogerlas.
Este no fue el único percance menor reciente de Gauff; en Roma, sacó a Qinwen Zheng antes de que su oponente estuviera siquiera posicionada en la cancha.