Al final de un largo camino, la ambición del Bournemouth se hace evidente.
Tras las fuentes ornamentales, se alza el impresionante edificio principal del nuevo Centro de Rendimiento de 40 millones de libras de los Cherries, inaugurado esta semana.
Crédito: Getty
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Crédito: X @afcbournemouth
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Mientras el sol de Dorset inunda y es aprovechado por el primer conjunto de paneles solares instalados en un campo de entrenamiento de la Premier League, este complejo de última generación es un espectáculo impresionante.
Y unas instalaciones que rivalizan con cualquiera de la máxima categoría serán clave para atraer al tipo de jugadores que el Bournemouth necesitará si quiere continuar con su notable ascenso.
Evanilson dejó el Oporto, asiduo de la Liga de Campeones, el verano pasado para convertirse en el fichaje récord de los Cherries por 31,5 millones de libras.
El brasileño, de 25 años, está impresionado con el nuevo centro y declaró a SunSport: “Sabía incluso antes de venir al Bournemouth que tenían grandes planes, pero no esperaba que fuera tan bueno como es”.
El propietario, Bill Foley, tiene como objetivo cambiar las expectativas en torno a los valientes Cherries, y el Centro de Rendimiento es solo una parte de esa misión.
El multimillonario estadounidense se hizo cargo del club en diciembre de 2022 y se fijó el objetivo de llevar el fútbol europeo al Vitality Stadium en un plazo de cinco años.
En una entrevista reciente con talkSPORT, Foley señaló que el progreso en el campo se estaba adelantando a lo previsto y dio detalles sobre más de sus planes fuera del campo.
El proyecto más importante es una remodelación gradual del Vitality, con capacidad para 11.307 espectadores, que aumentará la capacidad a 16.000, luego a 20.000 y, finalmente, a 24.000.
Foley, de 80 años, no solo está construyendo infraestructura, sino también un imperio futbolístico.
A través de sus empresas Black Knight, es propietario del Auckland FC de la A-League y tiene participaciones minoritarias en el Hibernian y el club francés Lorient, pero el Bournemouth es la joya de la corona.
La semana que viene, los jugadores y el personal de la academia se trasladarán a la otra mitad del edificio principal del Centro de Rendimiento.
La primera estructura construida en el lugar, hace 18 meses, fue el domo interior que permitió a la cantera obtener el estatus de Categoría 2.
El Bournemouth se está ganando la reputación de dar a esos jóvenes jugadores la oportunidad de brillar en el primer equipo.
Es probable que el central Dean Huijsen, de 19 años, y el lateral izquierdo Milos Kerkez, de 21, se marchen este verano por traspasos que ascienden a 100 millones de libras.
Pero cuando el director técnico Simon Francis y el presidente de operaciones futbolísticas Tiago Pinto intentan reclutar talento nuevo y fresco, pueden señalar a Huijsen, Kerkez, Illia Zabarnyi (22), Dango Ouattara (23) y Alex Scott (21) como ejemplos de las oportunidades que el club ofrece a los jóvenes.
Brighton, Brentford y Southampton han utilizado un modelo similar de identificación, desarrollo y venta de talento, reinvirtiendo en las próximas grandes promesas.
Extensión del contrato de Iraola
El declive de los Saints es una advertencia sobre cómo ese círculo virtuoso puede convertirse en uno vicioso si se cometen errores en el reclutamiento de jugadores.
Es muy posible que el Bournemouth se encuentre con rivales que ronden a Andoni Iraola este verano.
Las conversaciones sobre la ampliación del contrato del entrenador serán uno de los temas de la agenda cuando Foley vuele el mes que viene.
Iraola se mostró lleno de admiración tras su primera semana de entrenamiento en su nueva sede.
Dijo: “Los campos son perfectos y tenemos todas las herramientas que necesitamos.
“Pero lo importante no es lo que pasa aquí en el edificio, sino lo que pasa en el campo”.
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Óscar Huamantupa Rojas