Emma Raducanu Necesita Asistencia Médica en Pleno Partido de Roland Garros

Durante su primer partido en Roland Garros contra Wang Xinyu, Emma Raducanu necesitó asistencia médica al parecer sentirse indispuesta.

La jugadora de 22 años solicitó un tiempo muerto médico en el primer set cuando lideraba 6-5 en la pista de Roland Garros.

Después de sentarse, recibió una bolsa de hielo y el personal médico le tomó la temperatura y la presión arterial.

Se vio a Raducanu frotándose cubitos de hielo alrededor de los ojos.

Tras rehidratarse con agua y comer algo de fruta, Raducanu fue autorizada a reanudar el partido.

Posteriormente, ganó el primer set contra Wang, 7-5.

Sin embargo, la jugadora británica perdió el segundo set por 6-4, llevando el partido a un set decisivo.

Raducanu llegaba al partido con un problema de espalda preexistente, aunque su necesidad de asistencia médica durante el encuentro no pareció estar relacionada con ello.

Hablando antes del torneo, Raducanu reveló que su espalda no estaba “al cien por cien” tras sufrir un espasmo en Estrasburgo, que estaba tratando de manejar con tratamiento.

Añadió que en los entrenamientos se sentía “bien”, pero que jugar un partido era diferente, y que estaba “intentando hacer todo lo posible para ponerse a punto lo más rápido posible”.

Comparó la situación con un problema anterior, diciendo que era “similar al problema que tuve en Australia”, aunque el anterior fue “peor”.

Raducanu sintió que “pilló” este problema antes de que se agravara, confiando mucho en el “tratamiento… con los fisioterapeutas, mucho con calor”.

También reveló una fobia: “Al principio del año le tenía mucho miedo a las agujas. Era mi mayor fobia. Esa fue la única manera de poder jugar en Australia”.

Continuó diciendo que ahora se está acostumbrando a ellas porque le ayudan: “Desde entonces, he estado metiendo el pie poco a poco porque sé que ayuda aunque les tenga mucho miedo. Así es como he estado intentando manejarlo”.

A pesar del susto de salud, Raducanu finalmente derrotó a Wang Xinyu con un marcador final de 7-5, 4-6, 6-3.

En sus comentarios post-partido, admitió que “no se sentía bien” y que “estaba luchando mucho desde el principio” contra una “rival difícil” como Wang, que “puede quitarte la raqueta de las manos”.

Expresó satisfacción por encontrar una forma de ganar a pesar de sentirse “plana”, señalando que “las primeras rondas nunca son fáciles” y que los mejores jugadores a menudo “luchan mucho” en la primera ronda pero encuentran una forma.

Considera esto algo positivo, ya que le da “otra oportunidad en el cuadro. Otro partido”, lo que considera una cualidad difícil de enseñar.

Concluyó destacando que, si bien “es más fácil trabajar en un golpe”, estaba orgullosa de que su “carácter, corazón y lucha realmente salieron a relucir”.

Mirando hacia adelante, mencionó la anticipación en torno a un posible partido contra Swiatek, diciendo: “Sentí el revuelo en torno al partido… antes incluso de jugar nuestras primeras rondas. Tengo ganas de salir ahí”.

Sintió que “no tenía mucha presión”, creyendo que su juego estaba “en un buen momento” y vio el próximo partido como “un buen desafío”.