Jenson Brooksby, de 24 años, se convirtió en el tercer ganador de un título ATP con el ranking más bajo en la historia, al derrotar a Frances Tiafoe por 6-4 y 6-2 en la final de Houston.
El estadounidense demostró una gran tenacidad para salvar puntos de partido en tres de sus encuentros camino a la victoria en el torneo.
La victoria de Brooksby fue una inspiración para los aficionados de todo el mundo, ya que el ex número 33 del mundo había hablado abiertamente sobre su lucha contra el autismo.
En diciembre, la estrella nacida en Delaware reveló que fue “diagnosticado con un autismo severo cuando era muy niño” y que no habló hasta los cuatro años.
Recibió terapia intensiva, a veces hasta 40 horas por semana, desde los dos años.
Y Brooksby cree que su difícil comienzo en la vida ahora le está sirviendo en la cancha.
Tras su victoria contra Tiafoe, declaró a ATP Media: “He tenido muchas adversidades diferentes en la vida, tanto dentro como fuera de la cancha.”
“Así que estas situaciones… todavía me ponen nervioso y algo tenso seguro, pero te da una perspectiva diferente una vez que has tenido que enfrentar otras cosas difíciles en la vida.”
Brooksby irrumpió en la escena en 2021 cuando alcanzó la cuarta ronda del U.S. Open como wildcard e incluso le ganó un set a Novak Djokovic.
Pero su carrera se estancó posteriormente, ya que fue suspendido del tenis por faltar a tres controles antidopaje en 12 meses.
Reflexionando sobre su sanción en una conversación con la BBC, Brooksby admitió que cree que su condición contribuyó a sus controles perdidos.
Dijo: “Mi agente se encarga de hacer un seguimiento de dónde voy a estar cada día, porque a mi cerebro le cuesta concentrarse bien en muchas cosas diferentes.”
“Para mí es positivo poder concentrarme en unas pocas cosas sencillas. Pero una desventaja es que pueden pasar tantas cosas para nosotros los jugadores que es difícil para mi mente abarcarlo todo.”
“He tenido mucho tiempo para reflexionar sobre ello, y está en el pasado. Estoy bastante en paz con ello.”
La sanción de Brooksby se redujo de 18 a 13 meses tras una apelación, lo que le permitió volver a jugar en marzo de 2024.
Pero no volvió a la acción hasta el Abierto de Australia de este año, debido a persistentes lesiones en el hombro y la muñeca.
Habiéndose preguntado si siquiera podría volver al deporte tan recientemente como el pasado octubre, Brooksby ahora ha entrado en el club exclusivo de los ganadores de títulos de torneos.
Conocido por su peculiar estilo de juego, una variedad de golpes cortados poco ortodoxos y una brillante capacidad para redirigir el ritmo, Brooksby llegó a Houston en el puesto 507 del ranking ATP, necesitando una invitación incluso para entrar en la clasificación.
REY DE LA REMONTADA
Brooksby salvó un punto de partido en la primera ronda del evento de clasificación contra Federico Gómez, antes de superar tres consecutivamente contra el tercer cabeza de serie, Alejandro Tabilo, en la segunda ronda del cuadro principal.
Luego repitió su acto de escapismo una vez más contra el máximo favorito, Tommy Paul, en las semifinales.
Brooksby tuvo un comienzo perfecto en el día de la final, poniéndose 4-0 por delante contra Tiafoe con un tenis brillante.
Sin embargo, su ex rival de semifinales del U.S. Open no se rindió y remontó para igualar el primer set 4-4.
Tiafoe tuvo entonces oportunidades de romper, pero Brooksby mantuvo la calma para mantener su saque antes de romper en el siguiente juego para llevarse la primera manga.
Luego ya no miró atrás tras romper en el sexto juego del segundo set, escapándose para llevarse merecidamente el partido por 6-4 y 6-2.
Tras su victoria, Brooksby dijo en la cancha: “Gracias a mi equipo. Desde la clasificación, punto de partido abajo. Es bastante intenso, así que gracias por seguir ahí, en cada partido, cada día aquí para mí.”
La victoria de Brooksby en el título le ha hecho subir más de 300 puestos en el ranking hasta el número 172.
Y a juzgar por la evidencia de la actuación del domingo, nadie estará deseando tener que enfrentarse al rey de la remontada en forma.
