Tras la sorprendente destitución de Christian Horner por parte de Red Bull esta semana, la identidad de su reemplazo, Laurent Mekies, podría haber pasado desapercibida.
El francés ha sido ascendido directamente desde Racing Bulls, el equipo junior de Red Bull, donde ocupaba el cargo de director de equipo desde principios de 2024. Su nombramiento marca un nuevo capítulo en su notable trayectoria de 20 años por prácticamente todos los niveles de la Fórmula 1, tanto en el ámbito competitivo como en el de gestión.
Nacido en Tours, Francia, en 1977, Mekies estudió ingeniería mecánica en ESTACA en París, completando después una maestría en Loughborough. Inició su carrera en la F1 con Arrows en 2001, uniéndose a Minardi al año siguiente.
Mekies permaneció en el equipo cuando Red Bull lo adquirió y renombró como Toro Rosso, llegando a ser jefe de rendimiento del vehículo. Fue una figura central en el equipo durante la memorable victoria de Sebastian Vettel en el Gran Premio de Italia de 2008.

En 2014, Mekies asumió el cargo de director de seguridad en la FIA, siendo fundamental en el desarrollo e implementación del dispositivo de protección `Halo` para la cabina, un elemento de seguridad vital en la F1 moderna. Su paso a Ferrari en 2018 generó controversia entre los equipos rivales por la falta del período de `gardening leave`.
En Ferrari, ascendió de director deportivo a director adjunto del equipo y director de carrera, siendo visto como una figura estabilizadora en un período volátil para la Scuderia. Tras cinco años en Ferrari, surgió la oportunidad de regresar a la órbita de Red Bull.
En 2024, asumió el puesto de director de equipo en los renombrados Racing Bulls, trabajando junto al nuevo CEO Peter Bayer para redefinir la identidad del equipo más allá de ser solo el equipo junior de Red Bull. Un episodio destacado durante su breve mandato fue la algo complicada salida de Daniel Ricciardo a mitad de temporada. Mekies no eludió las críticas al respecto.

“No estamos contentos con cómo gestionamos la situación, y por supuesto, somos muy conscientes de que podríamos y deberíamos haberlo hecho mejor”, declaró tras la emotiva salida de Ricciardo en Singapur.
Ahora, Mekies asume uno de los roles más observados en el deporte mundial: guiar a Red Bull en la era post-Horner y mantener a los actuales campeones competitivos en un panorama de F1 que cambia rápidamente. Llega en un momento en que los planes futuros de Red Bull ya están en marcha, incluida la finalización de la asociación con Honda después de 2025 y el uso de su propio motor desarrollado por Red Bull Powertrains a partir de 2026.

La tarea más evidente para el discreto francés es clara: convencer a Max Verstappen de que su futuro a largo plazo debe seguir en Red Bull Racing. Verstappen tiene contrato hasta 2028, pero incluye cláusulas que le permitirían irse si el rendimiento no es satisfactorio.
La decisión de Red Bull de prescindir de Horner parece ser, en parte, un último intento para acallar los rumores sobre la posibilidad de que Verstappen corra en otro equipo la próxima temporada. Aún está por ver si esto será suficiente.
El equipo es cauteloso respecto a los cambios de reglamento del próximo año y espera no estar al ritmo del coche líder, aunque hacer predicciones sobre el rendimiento relativo al resto en esta etapa es en gran medida una conjetura.