NBA Summer Forecast 2025-26: ¿Qué equipos superarán las expectativas y cuáles no?

La temporada pasada, Oklahoma City se convirtió en el equipo número 22 en la historia de la liga en ganar al menos 65 partidos. De esos, solo dos franquicias han logrado igualar o superar esa cifra en la temporada siguiente: los Chicago Bulls de 1995-96 y 1996-97 (72 y 69 victorias, respectivamente) y los Golden State Warriors de 2014-15, 2015-16 y 2016-17 (67, 73 y 67 victorias, respectivamente).

Los demás equipos que ganaron al menos 65 partidos en una temporada vieron cómo su total de victorias disminuía en un promedio de más de siete partidos al año siguiente. Y solo en una ocasión (los Warriors en 2015-16) un equipo logró igualar o mejorar su total de victorias respecto a la temporada anterior.

¿Por qué los actuales campeones podrían romper esta tendencia? Las razones radican en el debilitamiento de la Conferencia Este debido a las lesiones de estrellas en Indiana y Boston (los Thunder tuvieron un récord de 29-1 contra la Conferencia la temporada pasada), el regreso completo de una plantilla que debería seguir mejorando, y más tiempo en cancha para Chet Holmgren e Isaiah Hartenstein después de que la dupla se perdiera un total combinado de 75 partidos la temporada pasada. Cuando cualquiera de estos pívots estaba disponible, OKC mostró un asombroso récord de 59-10, un ritmo de 70 victorias.

¿Se convertirá OKC en el tercer equipo en ganar 70 partidos? Es poco probable, pero los Thunder podrían fácilmente tener el mejor récord de la liga y convertirse en el tercer equipo en ganar al menos 65 partidos en temporadas consecutivas. No es en vano que entrenadores, scouts y ejecutivos con los que ESPN ha hablado este verano no apuestan contra una repetición del campeonato de los Thunder.

Los Clippers sorprendieron la temporada pasada con 50 victorias después de ser proyectados como un equipo al borde del play-in. Paul George había firmado con los Philadelphia 76ers y Kawhi Leonard jugó solo 37 partidos, lo que subraya el excelente trabajo del entrenador Tyronn Lue con la plantilla durante todo el año.

Este verano, los Clippers intercambiaron a Norman Powell, Amir Coffey, Ben Simmons y Patty Mills por Bradley Beal, Chris Paul, John Collins y Brook Lopez, convirtiendo a Los Ángeles en uno de los equipos más profundos de la NBA y ganándose el elogio de scouts y ejecutivos rivales por sus maniobras fuera de temporada.

Esta plantilla es casi la antítesis de lo que ha reunido OKC: solo tres jugadores de la rotación de los Clippers tienen menos de 30 años, y ninguno menos de 27, pero los Clippers pueden combatir los riesgos de edad y lesiones apoyándose en su cuerpo técnico y su profundidad. Esto debería permitirles avanzar y superar el total de victorias del año pasado.

Al igual que los Clippers, los Warriors se proyectan alrededor de su total de victorias de la temporada pasada y tienen una plantilla más veterana (aunque estamos proyectando una plantilla que aún está incompleta, ya que Golden State espera una resolución al enfrentamiento por la agencia libre restringida de Jonathan Kuminga).

Esta elección es una apuesta por la evolución de la asociación entre Stephen Curry y Jimmy Butler III. En medio de todo el drama de Butler de la temporada pasada, Golden State tuvo un récord de 22-5 en los 27 partidos que Curry y Butler jugaron juntos. Sí, hay muchos riesgos de edad y lesiones (incluidas las futuras incorporaciones de Al Horford, De`Anthony Melton y Gary Payton II, quienes parecen listos para unirse a Golden State una vez que se resuelva la situación de Kuminga).

Pero mientras Curry, Butler y Draymond Green estén relativamente sanos, parece una buena apuesta para superar el pronóstico.

Hablando de Butler, podría sorprender ver aquí a su antiguo equipo. En medio del drama del traspaso de Butler, Miami tuvo una temporada poco inspiradora de 37-45 el año pasado, participando en el torneo de play-in como décimo clasificado antes de ser eliminado por los Cleveland Cavaliers en la primera ronda.

Sin embargo, Miami añadió a Powell, un anotador de 21.8 puntos por partido la temporada pasada con los Clippers, lo que debería ayudar a la ofensiva de los Heat, que ocupó el puesto 21. Los Heat también tuvieron un récord de 14-28 en partidos apretados la temporada pasada, el tercer peor porcentaje de victorias en la NBA. Esto, sumado a una Conferencia Este debilitada, convierte a Miami en una fuerte apuesta para superar su pronóstico.

Toronto terminó la temporada pasada con un récord de 30-52, haciendo todo lo posible para mejorar su posición en el draft, y Brandon Ingram no jugó ni un segundo con este grupo después de un traspaso a mitad de temporada desde los New Orleans Pelicans.

Es difícil imaginar un escenario en el que los Raptors se encuentren en esta zona en términos de victorias, especialmente en el Este, salvo una ola masiva de lesiones en la plantilla.

Cuando los Raptors comenzaron a desmantelar esta plantilla hace un par de años bajo el entonces ejecutivo principal Masai Ujiri, la intención era un rápido regreso a la contención. Los movimientos que el equipo ha hecho desde entonces, incluido el traspaso y la extensión de Ingram, refuerzan esa creencia. Los equipos no entran en la temporada con el impuesto de lujo, como Toronto, y esperan perderse el play-in.

Minnesota ha superado las 51 victorias solo dos veces en la historia de la franquicia: en 2004 y 2024. La temporada pasada, Minnesota alcanzó su segunda final consecutiva del Oeste, pero ganó 49 partidos y terminó sexta en la clasificación.

Este equipo de los Timberwolves perdió a Nickeil Alexander-Walker en la agencia libre este verano, lo que requerirá que jóvenes como Terrence Shannon Jr. y Jaylen Clark asuman una carga mucho mayor, mientras siguen dependiendo en gran medida de Mike Conley y Rudy Gobert. Si cualquiera de estos veteranos de edad avanzada se pierde algún tiempo, los Timberwolves no tienen una respuesta clara para reemplazarlos. Naz Reid, quien obtuvo un contrato de cinco años y 125 millones de dólares para regresar como agente libre este verano, no es lo suficientemente fuerte defensivamente para compensar la ausencia de Gobert, y el octavo pick del año pasado, Rob Dillingham, sigue siendo una gran incógnita en su capacidad para eventualmente asumir el puesto de Conley.

Minnesota, detrás de Anthony Edwards, Julius Randle, una plantilla flexible y el entrenador Chris Finch, seguirá siendo un rival difícil la próxima primavera. Pero hasta entonces, dada la fuerza del Oeste y las preguntas sobre la plantilla, mejorar el total de victorias del año pasado podría resultar difícil.

La temporada pasada fue mágica para los Pistons, que pasaron de 14 a 44 victorias, vieron a Cade Cunningham convertirse en un jugador All-NBA, llegaron a los playoffs por primera vez desde 2019 y ganaron un partido de playoffs por primera vez desde 2008.

Tales temporadas tienden a ser seguidas por un año de consolidación, y Detroit abordó el verano como una organización preparada para esa posibilidad. Duncan Robinson reemplazó a Tim Hardaway Jr., Caris LeVert reemplazó a Malik Beasley y el ahora sano Jaden Ivey debería ocupar el puesto de Dennis Schroder en la rotación después de que este se marchara a los Sacramento Kings en la agencia libre. Pero este es un grupo que se apoyará en jugadores jóvenes como Ivey, Ron Holland II, Jalen Duren y Ausar Thompson para que sigan expandiendo sus roles alrededor de Cunningham.

Detroit debería luchar fácilmente por un puesto entre los 6 mejores de los playoffs. Y, dado el estado del Este, es posible que los Pistons no necesiten el salto de tres victorias pronosticado para llegar allí.

Dallas será uno de los equipos más interesantes de la NBA esta temporada, entre la introducción de Cooper Flagg a la vida en la NBA, jugar con alineaciones verdaderamente masivas en todas las posiciones, las continuas consecuencias del traspaso de Luka Doncic y el posible regreso de Kyrie Irving tras una rotura del ligamento cruzado anterior sufrida en marzo. Tal como está ahora, el único manejador de balón confiable en la plantilla es D`Angelo Russell, un buen jugador de rotación en la posición de base, pero más adecuado para un rol de suplente.

Esto, junto con los problemas de salud de Anthony Davis —se perdió seis semanas por una lesión en la ingle después de su debut en Dallas, luego fue operado para reparar un desprendimiento de retina en julio—, hace que superar una temporada de 44 victorias sea una tarea más difícil en el brutal Oeste.

Victor Wembanyama ya se ha consolidado como la fuerza defensiva dominante de la liga en su segunda temporada.

Pero por muy grande que sea Wembanyama, la plantilla de los Spurs todavía parece estar formándose más que ser un producto terminado. Esto comienza con el trío de guardias: De`Aaron Fox, Dylan Harper y Stephon Castle.

Los Spurs tienen que averiguar cómo hacer que los tres (todos ellos muy talentosos, pero tiradores inconsistentes) encajen en la cancha y aprendan a jugar con Wembanyama. Es una de las preguntas más grandes que la gente de toda la liga tiene sobre cualquier equipo, también, dado lo que podría significar para cómo los Spurs darán forma a la plantilla en el futuro.

Eso es mucho que resolver para el entrenador en jefe primerizo Mitch Johnson. Wembanyama, por supuesto, podría superar este número solo por su brillantez, pero hay suficientes interrogantes en San Antonio como para que apostar por “por debajo de las expectativas” parezca la opción segura.

Portland terminó con 36 victorias la temporada pasada después de un fuerte impulso al final que vio a los Blazers acumular victorias contra equipos que descansaban para los playoffs o que se posicionaban para maximizar la posición en el draft.

Portland intercambió a Anfernee Simons por Jrue Holiday este verano, pero no está claro de dónde vendrán las victorias adicionales. Los Blazers están intentando fusionar a veteranos como Holiday y Jerami Grant con un núcleo joven compuesto por Scoot Henderson, Shaedon Sharpe y Donovan Clingan. Los Blazers también confían en que la defensa que se mostró durante la segunda mitad de la temporada —los Blazers empataron en el cuarto mejor de la NBA desde el 15 de enero— sea más real que la defensa clasificada en el puesto 25 de la primera mitad de 2024-25.

Portland tiene algunos jugadores interesantes en Deni Avdija, Toumani Camara y Clingan para construir esa defensa, y reemplazar a Simons con un verdadero “stopper” como Holiday tampoco hará daño. Pero en una conferencia implacable, la apuesta aquí es que Portland no podrá mejorar el resultado de la temporada pasada.