Antonio Rüdiger ha recibido una sanción de seis partidos por lanzar un objeto al árbitro durante la caótica derrota por 3-2 del Real Madrid en la final de la Copa del Rey contra el Barcelona. En contraste, la tarjeta roja que recibió Jude Bellingham en el mismo partido ha sido retirada tras un recurso presentado por el club blanco.
La tensa final vio a tres jugadores del Real Madrid ser expulsados. La controversia aumentó significativamente al final del partido tras una falta pitada a Kylian Mbappé sobre Eric García durante lo que se pretendía que fuera el último ataque del Real Madrid.
Los ánimos se caldearon en el banquillo del Real Madrid, cerca del entrenador Carlo Ancelotti, dando lugar a protestas airadas. Rüdiger, que ya había sido sustituido, estaba especialmente indignado y lanzó una bolsa de hielo en dirección al árbitro, Ricardo de Burgos Bengoetxea. Tuvo que ser contenido para no enfrentarse directamente al colegiado.
Vinicius Junior, Lucas Vázquez y varios miembros del cuerpo técnico también saltaron al campo para protestar de forma vehemente al árbitro. Tanto Rüdiger como Vázquez vieron la tarjeta roja durante el partido, mientras que Bellingham recibió la suya después del pitido final.
Según el acta arbitral, Bellingham se había acercado a él de forma agresiva y necesitó ser contenido por sus compañeros. Como resultado de los incidentes, Rüdiger fue suspendido por seis partidos y Vázquez recibió una sanción de dos encuentros.
Sin embargo, el Real Madrid apeló con éxito la tarjeta roja de Bellingham. Según los informes, presentaron pruebas de vídeo que demostraban que su interacción con el árbitro no fue agresiva, lo que llevó a que la tarjeta fuera retirada.
El club había expresado públicamente su descontento con la designación de Ricardo de Burgos Bengoetxea antes del partido, destacando sus errores pasados y cuestionando su experiencia para una final en el canal de televisión del club. Según se informa, esta crítica llevó al árbitro a emocionarse y llorar durante su rueda de prensa previa al partido, donde habló sobre el impacto personal de los insultos en su hijo y pidió una reflexión sobre el estado del fútbol y la deportividad.