Coco Gauff vivió un par de momentos inusuales y memorables durante su participación en el Abierto de Italia en Roma.
Durante su partido de semifinales contra la destacada jugadora china Qinwen Zheng, la tenista estadounidense de 21 años protagonizó un incidente peculiar que dejó a su oponente sorprendida y confundida.
El suceso tuvo lugar en el decisivo tercer set del reñido encuentro. Gauff se disponía a servir cuando Zheng se dirigió a su silla en el lateral de la pista para seleccionar una nueva raqueta.
Mientras Zheng aún estaba revisando su equipo al costado, Gauff procedió inesperadamente a lanzar el saque.
Zheng se giró con asombro, mirando a Gauff visiblemente desconcertada.
El público presente en Roma estalló en risas al presenciar lo ocurrido.
Un comentarista expresó lo que muchos pensaron: “¿Acaso no la vio?”
Más tarde, se vio a Gauff riendo con el árbitro sobre la situación, indicando que aparentemente no se había percatado de que Zheng no estaba lista en la línea de fondo para recibir.
A pesar de este incidente, Gauff logró imponerse en la larga batalla de semifinales, ganando en un tie-break del tercer set.
Su victoria la clasificó para enfrentarse a la italiana Jasmine Paolini en la final del sábado, que se disputará en el Complejo Deportivo Foro Itálico.
Además del percance en la pista, Gauff también generó un momento de potencial controversia durante una entrevista tras su victoria en cuartos de final contra Mirra Andreeva.
Al ser preguntada por su preferencia de pasta, Gauff admitió que su opinión podría resultar “controvertida” para los aficionados locales en Roma.
Cuando se le preguntó por qué prefería la pasta Cacio e pepe a la carbonara, Gauff respondió con una risa algo forzada: “Simplemente creo que la Cacio e pepe es mejor”.
“No sé si eso es controvertido aquí”, añadió, “simplemente me gusta más”.
Si bien reconoció que la carbonara “todavía es buena”, reafirmó su elección: “simplemente creo que la Cacio e pepe es genial”.
“Si tuviera que elegir entre una, elegiría la Cacio e pepe”, concluyó.
Dirigiéndose directamente al público italiano, Gauff los invitó juguetonamente a reaccionar: “No sé si ustedes están de acuerdo. Si no, pueden abuchearme, está bien”.