La temporada del Newcastle mejora cada vez más.
Dos goles tempraneros de Jacob Murphy marcaron el camino hacia una victoria que sitúa al equipo de Eddie Howe muy cerca de la clasificación para la Champions League.
Y el segundo gol de Murphy fue uno de los más extraños de la temporada: aprovechó el increíble disparo de 60 metros de Fabian Schar que golpeó el larguero.
Tres semanas después de ganar la Carabao Cup con una famosa victoria en Wembley sobre el Liverpool, el Newcastle es ahora quinto en la Premier League y aspira a volver a la élite europea.
Pero la desastrosa temporada del Leicester va de mal en peor.
Con el descenso prácticamente asegurado, los Foxes ya perdían al descanso, cuando su ex extremo Harvey Barnes marcó el tercer gol de los Toon en su primera visita al King Power Stadium desde que se marchó al Tyneside por 39 millones de libras hace dos años.
Y los Foxes se llevaron un récord no deseado por el camino.
Ningún equipo en la historia de la Football League había perdido ocho partidos seguidos en casa sin marcar un gol.
El último gol del Leicester en la Premier League en casa fue en diciembre, pero no han encontrado la red desde que ganaron en Tottenham en enero.
Esta fue su octava derrota consecutiva y el Championship les espera.
Y pensar que Steve Cooper fue despedido en noviembre cuando los Foxes estaban en el puesto 16, una decisión de los altos cargos del King Power que ha resultado espectacularmente contraproducente.
Una vez más, no hubo sitio para el centrocampista Harry Winks, de quien se cree que se peleó con el entrenador del Leicester, Ruud van Nistelrooy, por su negativa a quedarse en la ciudad deportiva del club una noche en lugar de hacer un viaje diario de 100 millas.
El Leicester logró producir el primer disparo del partido en el primer minuto, cuando el capitán Jamie Vardy obligó a Nick Pope a intervenir.
Pero la reacción del Newcastle 60 segundos después proporcionó la plataforma para lo que estaba por venir.
Barnes asistió a Tino Livramento por la izquierda y su centro preciso encontró a Murphy en el segundo palo.
Un frustrado entrenador de los Foxes, Ruud van Nistelpooy, se quedó negando con la cabeza en el área técnica, y lo peor estaba por llegar para el holandés.
El Newcastle se puso dos goles por delante tras 11 minutos, cuando Schar vio al portero Mads Hermansen adelantado y lanzó un disparo a puerta desde su propio campo.
Golpeó el larguero, pero ningún jugador del Leicester estuvo a mano para despejar el rechace.
Dejó a Murphy con una carrera clara hacia la portería y marcó su segundo gol de la noche sin oposición.
Eso provocó gritos de “No sois dignos de vestir la camiseta” por parte de los hartos aficionados de los Foxes.
El Leicester estabilizó brevemente el barco cuando Bilal El Khannouss tomó cartas en el asunto y obligó a Pope a realizar otra parada.
Pero el Toon se puso tres goles arriba tras 35 minutos, cuando Barnes acabó con cualquier mínima esperanza de remontada de su ex club.
El ex Fox inició la jugada desde lo más profundo de su propio campo.
Asistió a Alexander Isak, cuyo disparo fue bloqueado.
Joelinton recogió el balón suelto y, cuando Hermansen detuvo su disparo, Barnes marcó a bocajarro.
Significativamente, se negó a celebrarlo en el club donde se formó.
Entonces llegó un momento que resumió la temporada del Leicester.
Patson Daka disparó desde 20 metros y superó a Pope, pero golpeó un poste, luego el otro, antes de caer en manos del agradecido portero del Newcastle.
La mayor ovación de la noche por parte de los aficionados del Leicester llegó a falta de 16 minutos, cuando el prodigio de 15 años Jeremy Monga entró como suplente.
Se espera mucho de Monga. Pero Van Nistelrooy había dicho previamente que se resistiría a llamarle al primer equipo porque hay límites en su tiempo de entrenamiento mientras siga en la escuela.
Óscar Huamantupa Rojas